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Zachary Hugo, PhD: “Mi personalidad meditabunda me llevó a amar la filosofía”.

“Me pareció que la UAH ofreció justamente lo que buscaba. Y ahora puedo confirmar con confianza que sí me entregaron tantas herramientas importantes para mi futuro académico. Estoy muy agradecido por mi educación en la Universidad Alberto Hurtado”, dice.

 

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Zachary Hugo, Doctor en Filosofía UAH.

“Soy y siempre he sido una persona muy curiosa, he tenido muchos intereses, y el alcance de la filosofía es suficientemente amplio que me permite abordar la mayoría de esos intereses en mi trabajo”. Con estas palabras Zachary Hugo, el primer Doctor en Filosofía de la UAH describe esa suma de elementos que finalmente, influyeron en dedicarse a una profesión como la suya: ser filósofo.

Parte de su biografía dice que es hijo de una familia religiosamente diversa, su papá es terapeuta y psicólogo y desde muy joven le inculcó la necesidad de siempre reflexionar sobre la vida y el mundo. “Según el filósofo de mi investigación doctoral, Edmund Husserl, la reflexión es la actitud filosófica por excelencia. Me parece completamente cierto eso”, comenta.  Pero además de su motivación por aprender, Zachary  reconoce que siempre tuvo una afinidad intelectual por el lenguaje y la escritura, y en la escuela le iba muy bien en las humanidades y le interesaban muchísimo las ciencias. “Me parece que la filosofía junta el rigor y precisión de las ciencias, con la profundidad y amplitud de las humanidades (aunque sea un poco forzada esa caracterización de las disciplinas).

Realizó sus estudios de pregrado en Loyola University Chicago, y entró con la intención de estudiar psicología, pues “le interesaba profundizar en temas relacionados con la mente, la cognición y el desarrollo psicológico. Pero en el primer semestre tomó un curso de filosofía y sintió, en ese momento de manera todavía muy incipiente, que esta disciplina abordaba todos los problemas que le interesaban, pero de manera conceptualmente más rigurosa que en la psicología. Sin embargo, más allá de los objetos de estudio de ambas carreras, fue un profesor del primer curso de filosofía, Dr. Hugh Miller, el factor que más le convenció en cambiarse de carrera oficialmente. “Es difícil explicar el impacto que él tuvo en mi desarrollo intelectual y profesional. El Dr. Miller es un verdadero genio, empezó a estudiar en Yale con 16 años, es un educador espectacular, actor profesional de teatro y se notaba eso en cada clase, y simplemente es una buena persona”. Su admiración por él le motivó a concentrarse más y más en la filosofía.

Al final del semestre, se comunicaron y el profesor le dijo que era el estudiante que había sacado la nota más alta en todos sus cursos y que sería una lástima que no estudiara la filosofía. “Ese mismo día cambié mi carrera y nunca me he arrepentido”.

Una vez estudiando el pregrado en Loyola University Chicago realizó un intercambio a Chile por la oportunidad que entrega la red mundial de convenios de las universidades jesuitas, y en el año 2012, decidió volver a la Universidad Alberto Hurtado. Se puso en contacto con los profesores de la Facultad de Filosofía y Humanidades; Roberto Rubio y Eduardo Molina que le pidieron que tradujera algunos papers, y luego que postulara al nuevo programa del Doctorado que empezó en 2013. “Me pareció que la UAH ofreció justamente lo que buscaba. Y ahora puedo confirmar con confianza que sí me entregaron tantas herramientas importantes para mi futuro académico. Estoy muy agradecido por mi educación en la Universidad Alberto Hurtado”, dice.

  -¿Con qué investigación lograste el doctorado?

-El título de mi tesis doctoral es “The Normativity of Perceptual Experience Husserl’s Phenomenology”. Se trata del problema, con raíces en Kant y varios filósofos contemporáneos, de caracterizar las condiciones de posibilidad de conocimiento empírico, y en particular, del rol que juega la percepción en ese conocimiento. Los procesos y eventos en el mundo natural siguen leyes causales (estudiadas por las varias ciencias). Pero el conocimiento, según esta línea de pensamiento, no se rige por relaciones causales, sino normativas. Las relaciones causales entre mente y mundo solo nos dicen lo que de hecho sucede, pero el conocimiento atañe a solo las relaciones exitosas entre mente y mundo. Ese último pasa cuando, cuando percibimos el mundo tal como es, y eso implica que hay una manera en que el mundo debe ser percibido. Mi investigación doctoral muestra cómo la percepción sensible visual es un proceso de conocimiento del mundo empírico que se regula por normas (las cuales estipulan lo que debe suceder en la percepción). Y sostengo que la fenomenología de Husserl es la filosofía más adecuada y exhaustiva para abordar este tema.

-¿Cómo ves el aporte profesional de la disciplina en el mundo actual?

-Es una pregunta muy grande, y ciertamente hay muchas respuestas válidas. Me detendré en lo que atañe a mi área de especialización en la filosofía. Se suele pensar, desde Aristóteles que los humanos somos animales racionales, y así nos distinguimos de otros animales (nuestro así-llamado “human uniqueness”). Una manera de entender esa racionalidad es en términos de nuestra habilidad de seguir normas, paradigmáticamente las convenciones del lenguaje. Creo que esa idea ha infiltrado nuestra auto-concepción de manera muy profunda, y además tiene muchas consecuencias prácticas en nuestra vida cotidiana.

Según Zachary Hugo, los planes académicos no terminan con su PhD por lo pronto seguirá trabajando en su tema de investigación, y postulará a una beca post-doctoral en alguna universidad de Europa o de Estados Unidos. Es posible que vuelva a Chile, pero por ahora su Wanderlust le exige seguir viajando y conociendo otras partes del mundo. Mientras tanto vivirá en Pittsburgh, EEUU, y trabajará como editor y traductor.

“Huelga decir que mi meta es eventualmente ganar un puesto fijo en alguna universidad, pero para ello tengo que seguir publicando e investigando”, concluye.

El programa de Doctorado en Filosofía de la Universidad Alberto Hurtado convoca a profesionales de alto nivel y tiene como uno de sus objetivos principales promover la investigación filosófica en áreas específicas que son la Fenomenología y Hermenéutica, Mente, Lenguaje y Conocimiento e Historia de la Filosofía (Antigua y Moderna especialmente).

 

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