A partir del 11 de marzo, la actual Directora de la Escuela de Educación de la UAH, Lilia Concha Carreño, asumirá el cargo de Subdirectora del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), según informó hace algunas semanas el futuro vocero de gobierno, Alvaro Elizalde.
Dentro de las funciones que la nueva autoridad deberá desempeñar, junto a la futura Ministra Presidenta del CNCA, Claudia Barattini, se encuentran apoyar el desarrollo de las artes y la difusión de la cultura, contribuyendo a conservar, incrementar y garantizar el acceso público al patrimonio cultural de Chile, promoviendo la participación ciudadana en la vida cultural del país.
Profesora de Educación Diferencial, especialista en trastornos de aprendizaje, deficiencia mental y lenguaje de la Universidad Católica Raúl Silva Henríquez y Magíster en Educación Especial de la Universidad Católica de Chile, Lilia Concha se desempeñó entre 2006 y 2010 como Coordinadora Nacional de Educación Básica del Ministerio de Educación.
Además ha trabajado en el área de docencia en la Universidad del Pacífico en las carreras de Educación Parvularia y Educación General Básica; Universidad Alberto Hurtado en curso para diplomado y capacitación de profesores consultores de la estrategia LEM en didáctica del lenguaje en primer ciclo básico y en la Vicaría para la Educación en asesoría y capacitación en el área didáctica del Lenguaje y la Comunicación.
Consultada sobre los énfasis que buscará aplicar a su trabajo en el CNCA, destacó la necesidad fundamental de fortalecer el vinculo entre cultura y educación. “La escuela debe ser el espacio optimo para fomentar el desarrollo del concepto de ente cultural, entendiendo que desde la cuna los miembros de una sociedad tienen derecho pleno al goce y la participación activa en la vida artística y cultural de un pueblo”.
En relación al papel que le corresponde al Estado en materia de difusión cultural, la especialista en didáctica del lenguaje, alfabetización y literacidad inicial, destacó que éste debe garantizar el acceso pleno a los bienes culturales, el fomento de la lectura y la participación activa en los proceso creativos. “En una sociedad democrática, el acceso a la cultura debiera ser un derecho, por eso es necesario revisar el rol que el mercado juega en materia cultural y cuál es la función social que debe cumplir el arte y la cultura dentro de una comunidad”.