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“Los archivos digitalizados de Patricio Aylwin son un patrimonio de la transición democrática”

La preservación del conocimiento con libre acceso es una premisa de las grandes bibliotecas.Conversamos con la directora de la biblioteca de la UAH, Patricia Ortiz, para comprender la digitalización como fruto del saber. La conservación, dice, es el reflejo de una época.

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La Unesco define como patrimonio digital “aquellos recursos únicos que son fruto del saber o la expresión de los seres humanos”. La extensión de estos recursos o expresiones es la forma en que las personas pueden acceder al conocimiento desde lugares remotos y conocer realidades sociales que se sucedieron en momentos de la historia mundial, desde golpes de Estado hasta retornos a la democracia. La digitalización de archivos y documentos busca responder a la enorme producción de conocimiento que no sólo se origina en la impresión de papel.

La biblioteca de la Universidad Alberto Hurtado acaba de resguardar en soporte digital documentos y archivos personales del presidente Patricio Aylwin (1990 – 1993) y los pondrá a disposición de todos quienes se interesen por el patrimonio histórico – digital. La directora de la biblioteca Patricia Ortiz cuenta que “son documentos de archivo y cartas que el ciudadano de pie le hacía llegar al presidente Aylwin desde la correspondencia. Son cartas que representan el sentir de la ciudadanía en la época de la transición democrática, donde habían problemas de Derechos Humanos y de situación financiera”.

¿Cuál es el impacto en la opinión pública de la digitalización de los archivos?

Lo que impacta de este proyecto es la digitalización misma de la colección, y no sólo en la opinión pública, también se hace extensivo un acceso a investigadores, historiadores, periodistas, cientistas políticos y otros profesionales. El hecho que estos archivos estén digitalizados garantiza la preservación del patrimonio documental de la época, que es el reflejo de lo que sucedió en Chile.

¿Cómo se gestiona esta digitalización?

Estos documentos llevan en la biblioteca unos 4 o 5 años, luego de la donación que hizo el presidente Aylwin. Los estábamos preservando, pero surge la necesidad de extender esa preservación a futuro, y eso es digitalización. Llevábamos harto tiempo conversando con la fundación Konrad Adenauer para financiar el proyecto. Nos faltaban algunos fondos para poder digitalizar esta documentación e ingresarla a una base de datos para visualizarla y dar un acceso público.

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