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“Cantos para bailar”: el mestizaje musical del Códice Martínez-Compañón llega a la Temporada de Conciertos UAH 

Como parte de las actividades conmemorativas por los 28 años de la Universidad Alberto Hurtado, el próximo programa de la XVIII Temporada de Conciertos estará dedicado a la música del […]

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Como parte de las actividades conmemorativas por los 28 años de la Universidad Alberto Hurtado, el próximo programa de la XVIII Temporada de Conciertos estará dedicado a la música del Códice Martínez-Compañón. Dirigido por Cristián Gutiérrez, el ensamble barroco La Consonancia ofrecerá un viaje musical por los ritmos y sonoridades del siglo XVIII. 

La música también puede ser una ventana al pasado. Así lo demuestra “Cantos para bailar”, el nuevo concierto de la XVIII Temporada UAH con el que se celebrarán los 28 años de la Universidad Alberto Hurtado y que revive el manuscrito que reúne más de 1.400 ilustraciones y 20 partituras que retratan la vida cotidiana, la religiosidad y las festividades del Perú virreinal. 

“El Códice representa un compendio de material muy interesante que no es exclusivamente musical, sino una especie de retrato vivo del periodo, acompañado de dibujos y descripciones”, explica Cristián Gutiérrez, director de La Consonancia. “A través de las láminas es fácil hacerse una idea de la ‘escena musical’ y entender el uso de la música tanto en ceremonias religiosas como en celebraciones populares”. 

El repertorio que propone La Consonancia se aleja del carácter sacro para adentrarse en un universo sonoro marcado por el mestizaje cultural. “La música latinoamericana ya está construida desde un gran mestizaje”, comenta Gutiérrez. “Intentamos darle este color con instrumentos que sonaron en la época y que acompañaron con toda seguridad el ambiente musical del periodo”. 

El programa rescata piezas descritas originalmente como “para tocar bailando”, lo que da cuenta de la presencia del cuerpo y la danza en la práctica musical colonial: “Elegimos música de carácter popular, que puede representar mejor la escena musical cotidiana del periodo virreinal. La danza y el movimiento han estado siempre presentes en la historia de la música, en todas las culturas y en todos los momentos históricos”, señala el intérprete. 

Abordar este repertorio implica un desafío artístico y conceptual: lograr que la música mantenga su vitalidad sin caer en un exceso de folclorismo. “El desafío principal es siempre lograr un efecto ‘vivo’ en esta música, mantener la idea de un barroco mestizo y de un mundo nuevo”, afirma. 

El director de La Consonancia espera que el público pueda experimentar un viaje sonoro que conecte pasado y presente. “Queremos que disfruten, que se sientan transportados a un momento histórico particular. Es importante para las generaciones jóvenes entender que esta música no es exclusivamente europea: la música antigua es extremadamente viva, llena de creación e improvisación, y nos pertenece genuinamente”. 

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