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Definición (qué es):
Es un proceso creativo que busca identificar y satisfacer las necesidades/problemas de un conjunto de personas, mediante lo que es tecnológicamente posible y de una forma viable desde el punto de vista económico. En ese sentido, algunos autores definen esta estrategia como una innovación centrada en la persona (Brown, 2010).
Aporte a la docencia (utilidad):
Como estrategia de enseñanza, centra su atención en el proceso de diseño más que en el producto final, incorporando conocimientos de campos disciplinares como el diseño, las ciencias sociales, la ingeniería y el mundo de la empresa, mediante la conformación de equipos de trabajo multidisciplinarios, cuyas acciones se orientan a adquirir comprensión y conocimientos básicos sobre los usuarios y la situación o el problema, desarrollar empatía, crear un usuario tipo, generar todas las ideas posibles para solucionar la situación, elaborar prototipos y evaluar el funcionamiento de las propuestas.
Mediante un proceso iterativo, se pretende que los grupos de trabajo adquieran una nueva visión de la problemática detectada, a través de la observación permanente y la elaboración de prototipos, lo que en ocasiones puede llevar a un replanteamiento del problema desde una perspectiva diferente.
Las premisas en que se basa el proceso creativo de Design Thinking son el enfoque en valores humanos, la capacidad de comunicar visualmente, de realizar prototipos, de incitar a la acción, la colaboración interdisciplinaria y la conciencia sobre el proceso.
Implementación (cómo aplicarla):
El proceso de Design Thinking considera cinco etapas fundamentales: empatizar, definir, idear, prototipar y evaluar.
Evaluar: Solicitar retroalimentación y opiniones a los propios usuarios y/o pares, a partir de los prototipos que fueron creados para refinar o mejorar las soluciones propuestas.