En un espacio de diálogo plural y respetuoso se llevó a cabo la tercera sesión del ciclo “Conversaciones difíciles, conversaciones necesarias”, iniciativa que busca reflexionar en comunidad sobre temas históricamente controversiales y abrir espacios de debate desde diversas perspectivas.
La actividad —organizada por la Dirección de Género, Diversidad y Equidad (DGDE) y liderada por María Teresa Rojas, el Programa de Investigación Asociativa de Género y Diversidad Sexual (GEDIS) y el Instituto de Teología y Estudios Religiosos (ITER)— tuvo como tema central en esta oportunidad la influencia de los feminismos en las iglesias.
En el conversatorio compartieron distintas miradas sobre los aportes y desafíos que plantean los feminismos al interior de la tradición cristiana el rector de la UAH, Cristián del Campo SJ; la pastora luterana y obispa evangélica, Izani Bruch; la directora de estudios de IdeaPaís, Emilia García, y la académica del Departamento de Filosofía UAH y moderadora del espacio, Daniela Alegría.
“Estamos acostumbrados a decir ‘Dios Padre’, pero las teológas feministas se han preguntado: ¿por qué nombramos a Dios así? ¿Qué consecuencias tiene? Autoras como Elizabeth Johnson han mostrado que abrir el lenguaje sobre Dios no es una amenaza, sino un servicio: nos recuerda que Dios es misterio y que no podemos reducirlo a categorías rígidas”, interpeló el rector Cristián del Campo SJ.
Desde otra vereda, Emilia García subrayó la importancia de distinguir entre iglesia y clero: “A menudo se confunden, como si la única forma de tener voz fuera a través del sacerdocio. La misma Iglesia ha reforzado esa confusión durante siglos. Sin embargo, desde el siglo XX ha habido avances significativos para revalorizar la vida laical, y ese es un camino fecundo que debemos seguir explorando”, planteó.
Respecto al debate sobre la ordenación de mujeres, el rector UAH recordó que la doctrina oficial mantiene cerrada esa posibilidad, aunque existen preguntas abiertas sobre la interpretación de lo que hizo Jesús. Asimismo, mencionó que el Papa Francisco creó una comisión para estudiar el diaconado femenino, tema que sigue siendo un desafío pendiente.
Por su parte, Izani Bruch identificó puntos de encuentro entre feminismo y cristianismo: “Ambos afirman la dignidad intrínseca de toda persona. El cristianismo proclama que todos somos imagen de Dios, mientras que el feminismo lucha contra las estructuras que deshumanizan y subordinan. Otro punto común es la opción por las personas más pobres y las más vulnerables”, destacó.
Hacia el final, el rector Cristián del Campo SJ valoró que sea en la Universidad Alberto Hurtado donde se hable de estos temas: “Es fundamental que seamos personas con las que se pueda hablar sobre estas cuestiones y hacernos responsables”, aseguró.
El cuarto encuentro del ciclo “Conversaciones difíciles, conversaciones necesarias” llevará por título “Nuevas familias: qué significa ser madre y padre en Chile actual” y se realizará el 6 de noviembre, en el mismo espacio.
