Furia del Libro 2025: UAH lidera conversatorio sobre música popular y cultura crítica

Moderado por el musicólogo Rolando Ángel-Alvarado, el conversatorio reunió a tres autores de la colección de música de Ediciones UAH: Constanza Fuentes (Cumbia chilena), Juan Carlos Poveda (Infancias de Mazapán) y el propio Rolando Ángel-Alvarado (Activismo, música y educación). Junto a ellos participó la reconocida periodista Marisol García, especializada en música y referente en el análisis de escenas musicales chilenas y latinoamericanas.

“Estoy entusiasmada, porque de todas las ferias que se hacen, creo que La Furia del Libro es la más festiva, la más alegre, la más convocante y la más diversa, porque recibe todo tipo de materiales”, señaló Beatriz García-Huidobro, editora ejecutiva de Ediciones UAH.

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Por su parte, la periodista Marisol García indicó que “ siempre es bueno agradecer que se le dé un espacio a la conversación en torno a la música, porque muchas veces el mundo cultural olvida que la música también es una manifestación cultural que dice mucho sobre nosotros. A veces más que un ensayo político o económico”.

En esa misma línea, Juan Carlos Poveda, director del IMUAH, subrayó: “En las discusiones sobre infancia y educación a veces se extraña un poco este espacio de la música popular. Por eso creo que es muy importante instalarlo acá, en un ambiente masivo, donde alguien aleatoriamente puede sentarse a escuchar y le quede una idea”.

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El poder de la música popular

El conversatorio “El poder de la música popular: balada, cumbia, rock y más” comenzó pasadas las 14:00 horas, luego de la presentación del grupo Las Torpederas. Durante la conversación, se abordaron diversas dimensiones culturales, sociales y políticas de la música popular en Chile.

Marisol García apuntó con claridad a la subvaloración de la música en espacios culturales y mediáticos: “A la música se la trata con mucha liviandad. Cuesta encontrar gente especializada que escriba o reflexione como estos temas merecen. Todavía sobreviven ciertos sesgos: como que la literatura vale más que la música, o el cine más que la música popular. Y eso es extraño, porque a todos nos gusta la música. Todos tenemos una banda favorita. La música nos habla, nos acompaña, nos forma”.

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En la segunda parte del conversatorio, las y los panelistas dialogaron desde sus investigaciones, poniendo en el centro cómo la música popular atraviesa la vida social. Constanza Fuentes, autora del libro Cumbia chilena, explicó: “La música popular es un bien de consumo asociado a la industria musical. A diferencia de la música clásica o folclórica, cuando la música entra al circuito de consumo, pasa a ser popular. En el caso de la cumbia chilena, sus letras son capaces de narrar lo colectivo. La muerte de Tommy Rey fue una manifestación clara de eso: un funeral espontáneo, familiar, musical. Un ritual profundamente popular”.

Desde su experiencia como formador, Juan Carlos Poveda agregó: “A mí como profesor me impresiona ver cómo, cuando validamos los mundos musicales de las y los estudiantes —su metal, su folclor, su reggaetón—, ellos se sienten reconocidos. Validamos sus vidas a través de la música que traen, y creo que como educadores, ese es un rol muy potente que podemos cumplir”.

Finalmente, Rolando Ángel-Alvarado destacó el impacto concreto de la formación musical en el desarrollo de las músicas populares: “Ejemplos como la Cantata Santa María de Iquique fueron frutos de esta escuela de perspectiva. Y eso es importante tomarlo en cuenta, porque quiere decir que la educación musical ha tenido efectos reales en la evolución de la música popular en Chile”.