Fuente: Radio Bio bío de Valparaíso
La reciente fuga de tres internos desde el complejo penitenciario de Valparaíso volvió a poner en evidencia las falencias estructurales del sistema carcelario chileno. A la sobrepoblación que supera el 200% en algunos recintos, se suma la falta de personal, turnos extenuantes y un deterioro creciente en la salud mental de los gendarmes.
En este contexto, Juan Pablo Castillo, académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado, advirtió que el país enfrenta uno de los momentos más críticos en materia penitenciaria. “El sistema penitenciario chileno nunca había albergado a tantas personas privadas de libertad. Somos testigos de un aumento sostenido de la población carcelaria, principalmente por el abuso de la prisión preventiva, lo que ha generado niveles alarmantes de hacinamiento”, señaló.
El abogado subrayó además que la crisis no puede comprenderse sin considerar el déficit de funcionarios de Gendarmería, quienes hoy deben custodiar a una población penal desbordada con recursos humanos y materiales limitados. “No hay que perder de vista que este déficit compromete la seguridad y también los derechos fundamentales, tanto de internos como de los propios funcionarios”, afirmó.
Las palabras de Castillo dialogan con la denuncia del gremio de trabajadores penitenciarios, que asegura que en la fuga del pasado 15 de agosto solo había una veintena de gendarmes para más de tres mil reclusos en Valparaíso. Una señal más de un sistema que, según el académico, requiere transformaciones profundas y sostenidas, enmarcadas en una política de Estado.
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