Fuente: Radio13 C
Consultada sobre si la IA podría funcionar como terapeuta, Mayo fue enfática: “Soy más de la línea conservadora. La inteligencia artificial tiene beneficios, pero siempre como un asistente”, señaló, subrayando que la psicoterapia implica una dinámica compleja que no puede reducirse a preguntas y respuestas. También agregó que “perdemos la riqueza del ser humano; no somos un sistema de input-output“.
Si bien, la académica ve potencial en herramientas que apoyen la detección temprana. “Puede ayudar en atenciones primarias, en alertas, en un triage inicial, pero siempre supervisado”, advirtió. Para la académica, la clave está en que estas aplicaciones estén integradas a sistemas de salud con acompañamiento profesional, y enfatiza “no podemos dejar a la IA tan autónoma, menos cuando hay riesgos éticos y de confidencialidad de datos“.
Mayol cuestionó, además, el uso de chats o aplicaciones que ofrecen “terapia automatizada”. “En procesos terapéuticos, lo recomendable es hacerlo con una persona. La IA puede acompañar entre sesiones, pero no reemplazar al terapeuta”, afirmó.
Respecto al uso de chats de IA como primera consulta, fue cauta: “Así como está ahora, sin regulación, podría ser un riesgo“, aunque reconoció que un mensaje que motive a buscar ayuda profesional podría ser útil, la investigadora también invitó a reflexionar sobre por qué tantas personas recurren a estas plataformas: “Hay poca disponibilidad del escucha, y eso se correlaciona con la crisis de soledad que estamos viviendo“, dijo.
A su juicio, la hiperconexión digital ha generado una paradoja: “Estamos bombardeados de información, comparándonos constantemente, y cada vez más solos. Estamos perdiendo la riqueza de las interacciones humanas“. Finalmente, Mayol citó Humberto Maturana, con un llamado a recuperar la relación humana: “Tenemos que volver al lenguaje, porque si no vamos a seguir enfermándonos“.
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