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No basta con decir “Te dije”

En esta Carta al Director Ricardo Carbone, Director de Aprendizaje Institucional de la UAH, defiende la gratuidad y enfoca la discusión en las mejoras necesarias para que este beneficio no afecte la calidad de la educación e investigación de las universidades que adscribieron a ella.

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Señor Director:

La coloquial columna”TeDije”, de Luis Larraín (director de Libertad y Desarrollo), insiste en los perjuicios que la gratuidad está ocasionando a las universidades que adscribieron a ella, y suma con cierta ironía, una critica a las universidades que, sabiendo que los aranceles regulados serían inferiores a los reales, se hicieron parte de la política.

Es cierto que el tono coloquial hace amena la lectura (aunque la referencia a la dueña de casa chilena no es de buen gusto), pero lamentablemente banaliza la discusión.

Es cierto que los aranceles regulados son inferiores a los reales, pero la solución no es revertir la gratuidad o impulsar a que las universidades que adscribieron se salgan de ella. Al contrario, la discusión de fondo es cómo fijar aranceles regulados que reconozcan proyectos académicos de distinto tipo y lograr financiar la investigación mediante aportes basales.

Por otra parte, afirmar que la restricción de cobrar un 50% del arancel regulado a los estudiantes que exceden la duración nominal de las carreras, argumentando que eso ayudará a que éstos no se eternicen en las universidades, muestra un conocimiento parcial a la realidad. Casi el 70% de los estudiantes son primera generación universitaria y, tanto ellos como las universidades, deben hacer grandes esfuerzos para asegurar trayectorias formativas exitosas, lo que puede conllevar tiempos y apoyos adicionales.

Pero el mayor error de Larraín se cristaliza en su frase:”si es gratis, es de peor calidad”. No todo lo gratis es de mala calidad, basta con ver la gran cantidad exposiciones artísticas, conciertos, bibliotecas públicas o museos.

Valoro enormemente los reportes que Libertad y Desarrollo pone a disposición de quien lo desee, de modo gratuito. Pongo estos ejemplos sencillos, para no recurrir a gran cantidad de países en que la educación es gratis y de primera calidad.

La política de gratuidad requiere de mejoras en su implementación y financiamiento, seguir denostándola no soluciona el problema.

Ricardo Carbone

Director de Aprendizaje Institucional UAH

Ver Carta al Director en La Tercera

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