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Centro Vives UAH presentó estudio sobre  la migración en Latinoamérica y el Caribe durante la pandemia

Su director Nicolás Pedemonte lideró esta investigación, que considera los movimientos migratorios de 17 países de la región y fue presentado recientemente ante el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño)

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“Migración en tiempos de pandemia: diagnóstico de Latinoamérica y el Caribe”, se titula este informe- diagnóstico, que se centra en los nuevos procesos migratorios, con un énfasis especial en las rutas y experiencias de tránsito experimentadas durante la pandemia, presentado por Nicolás Pedemonte, el pasado 13 de septiembre, en el CELAM, uno de los organismo que solicitó este estudio (Ver investigación completa)

El objetivo de este encuentro fue compartir los principales resultados de la investigación, que se basa en relatos recopilados directamente de personas migrantes y actores clave en 17 países, desde Chile hasta Estados Unidos. La información recopilada se basa en enfoques cualitativos y etnográficos.

Entre los participantes en este evento se encontraban Aymara Sánchez, presidenta de la fundación Fraternidad Venezolana, que brinda apoyo a los migrantes venezolanos en Colombia, y Víctor Gianina, director de políticas e incidencias de la Red Scalabrini. Estos tres expositores también participaron en la sexta Asamblea General de la red Clamor, que se realizó en la sede del CELAM en Bogotá.

Militarización y cierre de fronteras

En su presentación, Nicolás Pedemonte destacó la disfunción entre las políticas migratorias y las necesidades y derechos de la población migrante. Subrayó que, aunque algunas rutas migratorias mantienen cierta consistencia en sus patrones, se han vuelto más peligrosas y violentas debido a la participación de nuevos actores y a la presencia de peligros adicionales. “Las rutas se han hecho más peligrosas, las rutas más violentas, pudiendo rescatar en los relatos situaciones de abuso y de oportunismo criminal. A contracorriente se detectan iniciativas solidarias y acciones humanitarias y de incidencia, por otro lado, migrantes y comunidades organizadas”, explicó.

Asimismo, en su intervención, advirtió la importancia de trabajar en el reconocimiento de la población migrante como sujetos de derecho y sujetos políticos, “pero también tenemos que combatir los análisis y las medidas que se toman desde perspectivas ideologizadas respecto a la migración. Sobre todo, cuando se ha instrumentalizado la temática migratoria a nivel electoral y hemos constatado que gobiernos con discursos más progresistas toman medidas muy restrictivas y que vulnerabilizan a la población migrante. Es importante que comencemos a ver esta temática desde una mirada más realista, acogedora, pero también de una manera más ecuánime y desideologizada”.

Finalmente, planteó que la dinámica del flujo migratorio exige un monitoreo en tiempo real, para ver cómo se da en los territorios la movilidad humana. “Hay informes estadísticos, pero que carecen de lo cuantitativo, pero que carecen de ese match. Es una investigación muy reciente, pero urge un monitoreo constante en las fronteras más peligrosas”, concluyó.

Papel de la Sociedad Civil y la Iglesia en la crisis humanitaria

En su labor como asesor sobre migración internacional ante las Naciones Unidas, Víctor Gianina, director de políticas e incidencias de la Red Scalabrini, coincidió con la mirada propuesta en el informe presentado por el Centro Vives UAH, relacionada a palpar en el quehacer diario cómo hay una homogeneización de políticas restrictivas, aumentando la violencia al criminalizar la migración irregular, aumentan la violencia.

Particularmente, durante la pandemia, explica, los trabajadores migrantes, en prácticamente en todos los países, “fueron los que se echaron a cuestas la tarea de hacer funcionar la economía y hacer funcionar los servicios. La paradoja: pese a que ellos fueron los que más se arriesgaron, fueron los más discriminados y excluidos en términos de acceso a la salud. En Naciones Unidas hemos insistido en eso. Les debemos ese respeto y reconocimiento que no debe ser de palabra, sino de acciones y políticas públicas que los integre en las sociedades de destino, donde han servido”, dijo.

Creo que es el momento de reacción frente a los flujos y el principal valor agregado que tiene el trabajo de la Iglesia es la legitimidad que, como actor, tiene de forma desinteresada, en brindar apoyo a la persona vulnerable. “Esta legitimidad surge de las confianzas de las personas que acuden, que se van encontrando en el camino. La cantidad de albergues y hogares administradas por la Iglesia es numerosísima. Solo, la congregación de los misioneros Scalabrinianos tienen 25 casas en la región”, mencionó.

“Esto no es acción social, sino pasión por el Espíritu”

Por su parte, Aymara Sánchez compartió su testimonio en torno a la acción articulada que están desarrollando, acompañando a la comunidad migrante Venezolana en Colombia, a través de la fundación Fraternidad Venezolana. Participar en los espacios misioneros y pastorales, ha permitido madurar esta propuesta, acompañando a los migrantes que están en condición vulnerable y hoy trabajan con personas refugiadas de otros países. “Creo que este es el llamado más importante como Iglesia, ver cómo atendemos las necesidades de las personas que caminan junto a nosotros, con esperanza; mostrar que las cosas que hacemos dan esperanza a otros”, expresó.

Afirmó además que han visto cómo las personas, durante la pandemia migran y hoy están retornando a sus países. Especialmente el fenómeno de migrar hacia el norte y las migraciones transnacionales, merecen ser atendidas. “Esto no es acción social, sino pasión por el Espíritu, por el amor a nuestros hermanos. Es muy importante como organización, apoyar a nuestros hermanos, entendiendo sus necesidades y clamores, cuáles son las cosas que necesitan. Hemos reflexionado en torno a esto y ver la forma de cómo incidir en los diferentes gobiernos, que entiendan la posibilidad de regularizar a las personas y tengan una mejor calidad de vida”, concluyó.

El estudio “Migración en tiempos de pandemia: Diagnóstico de Latinoamérica y el Caribe”, destacó la importancia de abordar la migración de manera humanitaria y realista, reconociendo los derechos y necesidades de las personas migrantes y destacando el papel crucial de la sociedad civil y la Iglesia en este esfuerzo. Para acceder a este informe, haga click aquí .

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